Invierno, la mejor época del año para hacer deporte: descubre por qué

Con el frio, cuando enganchas una buena peli y la mantita en tu cómodo sillón, puede parecer tentador quedarse en casa, pero esas son solo excusas: hacer deporte en invierno es una de las mejores formas de potenciar tu salud y bienestar.

Principales beneficios de hacer deporte en invierno 

Sabemos que es algo que se ha dicho muchas veces, pero nunca serán demasiadas: una alimentación saludable y un ejercicio físico regular son tus mejores aliados. Pero ¿por qué es especialmente bueno hacer deporte en invierno?

Estos son sus principales beneficios:

• Se queman más calorías que en verano: El frío acelera el metabolismo, haciendo que las células transformen más energía en calor. El ejercicio físico potencia este proceso.
  
  
• Potenciarás tus defensas: Según un estudio del Journal of Applied Physiology, el ejercicio en frío aumenta el número de leucocitos (glóbulos blancos, que juegan un papel importante en el sistema inmunitario). Es importante matizar que, en el caso de personas mayores, con problemas respiratorios o inmunodeprimidas, el ejercicio en frío no es recomendable.
  
  
• Rendirás más: Nuestro organismo siempre busca cómo adaptarse. Con un correcto precalentamiento y tomando precauciones, aumentará tu capacidad cardíaca y crecerán las células musculares. Circunstancias más exigentes provocan adaptaciones más fuertes, preparando tu cuerpo para otros entrenamientos.
  
  
• Te sentirás mejor mentalmente: El ejercicio físico libera neurotransmisores y endorfinas, que ayudan a combatir los posibles efectos negativos de las menores horas de luz.
  
  
• Mejorará tu hidratación: Aumentarás la cantidad de plasma en la sangre, que está compuesto en un 90% por agua.

Sigue las tres "P": precaución, progresividad y planificación 

Todo lo saludable puede dejar de serlo cuando se realiza en exceso. Se trata de incorporar la actividad física a nuestros hábitos de vida, de manera planificada y progresiva. Tenlo claro: no hay ningún récord ni marca que batir. 

Si hablamos de hacer deporte en invierno, hay una serie de recomendaciones básicas a seguir: 

• Protégete con varias capas: No se trata de cuantas más mejor, sino de tener claras las características de cada una. Una capa base, pegada al cuerpo, con prendas térmicas. Después, una capa liviana y, por último, una aislante, como un rompevientos.
  
  
•  Evita el algodón: Aunque parezca un tejido caliente, absorbe mucha humedad. Ese sudor, al enfriarse, aumenta las posibilidades de resfriado. Por eso es importante emplear tejidos transpirables, incluyendo el calzado y los calcetines.

• Presta atención a las zonas más expuestas: Gran parte del calor corporal se pierde por la cabeza, pero solo porque no la protegemos adecuadamente. Por eso son necesarios gorro y guantes.

• Hidratarte: Quizás pienses que como no hace calor, no es tan necesario. Lo es! Precisamente porque tenés que compensar ese esfuerzo extra que quema más calorías.
  
  
• Consultar a tu médico o especialista: Si padeces alguna lesión o problema de salud, es absolutamente imprescindible. Incluso si estás sano, recuerda las otras dos "P": precaución y planificación.

¿Y si empiezas haciendo deporte en interior? 

Si no lo practicas regularmente, puede que el frío sea una barrera demasiado alta. Aunque la actividad al aire libre tiene ventajas específicas, el gimnasio también es una buena opción. Recuerda: se trata de progresividad. Puedes empezar "dentro" y hacer deporte en invierno "fuera" después. 

Acompañar el inicio de un deporte con la alimentación y un buen descanso es primordial porque además frente a estas exigencias debemos tener cubiertos ciertos nutrientes y elementos como también reponerlos frente a demandas.

Por eso, la suplementación adecuada puede ser un gran complemento para tu rutina.

El deporte, es una de las muchas situaciones que pueden provocar carencias de micronutrientes, así como acidificación del medio interno, lo cual dificulta el mantenimiento de una buena forma física y mental.

Se aconseja entonces ayudar al organismo aportándole los micronutrientes fundamentales que necesita para corregir estos déficits, en un formato rápidamente asimilable.

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¡No hay excusas!